¿Qué es para mí el TDLG? Es una sección de nuestra revista "1875" Año de la vulcanización del caucho.
Lo que para cada uno sea, es la marca de la huella que vamos dejando. Quisiéramos que fuera una nítida impresión jamás derrotada por el tiempo, pero como sabemos que esto es imposible, seguimos rodando. Rodando, hasta el infinito.
“La mejor manera que encuentro de explicar semejante sentimiento no es a través de palabras concisas. No podría nunca hacerlo en una oración.
Se me vienen sensaciones hermosas de a montones cuando reconozco lo que es para mí el Teatro de la Goma. Porque es muchas cosas que se entrelazan.
Es amigos, conocidos, es otros que no los son tanto y es los que no lo conocían;
es reuniones, encuentros, risas, amores, compañías;
es noches de varios vinos pateros mechando choripanes ante las melodías de un bombo murguero o los golpes en el pecho de un tango tristón;
es maderas que arden y hacen esos choripanes y otras que hacen claves de candombe para que los que fueron ya dopados por el mal humor o la penuria, salgan hechos muecas y gestos de fiesta para volverse al barrio a dormir bien;
es sentarse a esperar esperanzado - equívocamente - estallar en un grito propio de alegría cuando un pibito saque de la bolsa esa el número con el que te ganás las benditas copas;
es ir a buscar la alegría y descubrirla en un par de tipos que rayan la caradurés total (aunque a lo mejor hasta la han fundado) pero que parecen tener una misión confusa y compleja en eso de que no queden huecos entre los artistas sin algo para entretenerte, y entonces uno de ellos se carga la voz del Teatro a través del micrófono mientras el otro le lee a alguna dama la suerte para esa noche y vos aplaudís y gritás desde una silla sin poder creer lo que oíste;
es ruido insoportable de barullo pero al mismo tiempo, exactamente al mismo tiempo, es silencio en el suspiro de un cantor o en la guitarra de un payador;
es mujeres que miran para todos lados sonriendo con su mejor mirada y es otras que van acompañadas por flacos que miran para todos lados con su peor mirada, u hombres que reflexionan una canción jodida, que duele, y encuentran a una flaca que hace rato anda en lo mismo, sola, entonces se arrima;
es gente grande que canta cosas de hace rato sin darse cuenta que a un par de pibes les llenaron los ojos de lágrimas;
es emprender, concretar, a veces errar, volver a errar y entonces superar, es brindar, brindarse, es esperar y recibir, es planificar y después a lo mejor conformarse, o tal vez no poder creer lo bien que salió;
es entender que quienes se organizan pueden cumplir el sueño que quieran, hasta pueden convocar a su propio barrio, a ese donde crecieron y que se esconde entre un riachuelo y callecitas viejas, gente de mil barrios para que hagan reventar con cantos, cervezas y carcajadas a los clubes de ese barrio que el tiempo se quiere comer.”
Santiago Lapine. Carnauva, Dúo San Juan. Septiembre 2007
